Sola, sola estoy.
Sola y olvidada.
Olvidada porque nadie me recuerda.
Como una muñeca rota llena de polvo.
Dejada en el rincón más oscuro de la estantería.
Yo sollozo, pero nadie me escucha.
Yo lloro, pero nadie me consuela.
Soy como preciado pájaro que libre volaba,
pájaro que abandonado fue,
pájaro que abandonado y sin salida dejaron.
Aquí me encuentro,
a la espera de que alguien venga,
a la espera de que me recuerden.
A la espera de que de mí se apiaden.
Muñeca, muñeca rota,
sola, sin salida,
llena de polvo y abandonada.
Querida por nadie,
olvidada por todos.
Aquí me encuentro, llorando amargamente,
en esta sempiterna oscuridad,
sin estar ni en tu corazón ni mente.
Me siento como lobo apresado,
sin tener cumplido ningún sueño,
por su condición de lobo temido, apesumbrado.