sábado, 26 de noviembre de 2011

Duele

Autumm no se esperaba eso. Ella lo sentía como una traición, aunque no hubiese nada más lejos de lo que era en realidad. Él ya no era suyo, y la verdad es que nunca lo fue, no porque él no lo intentase claro. Pero ella no podía... y ahora siente como si todo fuera a volverse negro de un momento a otro.

Él ya no estaba,se había apartado de su lado, sin que ella pudiera hacer nada para remediarlo.
Autumm lloró su perdida, pero únicamente un día, ni uno más, no podía permitírselo. Al fin y al cabo, solo era una muñeca rota más de la vida. Autumm sintió como si perdiese una parte de si misma, de su interior y sus sentimientos, se sintió incompleta desde aquel día.

Le gustaría decir que él no lucho por ella, que no la espero, pero sabe que no es cierto: él espero, más tiempo de lo razonable, y aunque exactamente no luchó, siempre intento mantenerse al pie del cañón.

Autumm ya no sabe qué hacer, se nota perdida, sola y aislada en un mundo que no conoce, en un mundo que él ya no colorea con sus misteriosos tonos. Ella lo siente, lo asume, porque sí, ella asume lo que haga falta.
Pero eso no significa que lo supere.... ni que esté de acuerdo en lo más mínimo.

Ella lo odia, lo quiere, lo necesita cerca y a la vez lejos. 

Ahora comprende que el problema era solo suyo, y de nadie más. Que era su culpa, el estar ahora así, y que nada hubiese salido como sus fantasías narraban.

Le gustaría decir que lo había intentado, pero no es capaz de decir tal mentira. Porque no podía, ante las oportunidades el miedo la comprimía, asfixiaba... ¿y para qué? 
Para acabar como ella había temido, e incluso peor.

Y ahora Autumm no sabe que hacer, se abandona a las bebidas y a lo que puede. Ha aprendido a vivir sin él y sin ningún chico. 
Supuestamente ya no debería depender de ellos, pero increíble e inexorablemente sus pensamientos siempre están en él. 
Pero sabe que él debe madurar, que es a su "yo" futuro al que amará. Ahora él se esta comportando como un niño, evitando lo que no le gusta, pero al mismo tiempo creyéndose muy maduro y adulto, lo cual conlleva a grandes errores.

Autumm ya no sabe que hacer, así que por ahora, hasta que pase la tormenta y las aguas vuelvan a su cauce, solo le queda tocar el violín.



domingo, 20 de noviembre de 2011

Increíble






- Eres increíble.

- No.

- Si, en serio, lo eres.

- Que te digo yo que no.

- ¿Por qué?

- Porque, ¿cómo voy a ser increíble si no soy capaz de sostenerme a mi misma?


¿Como voy a ser increíble si no soy capaz de sostenerme a mi misma? Si llega un momento en el que no son más que sonrisas falsas y mal hechas. Puntos sin poner sobre las íes. Nubes sin formar en el océano.

Qué hacer sin no son más que malos momentos y pésimas contestaciones. Hechos símiles al hundimiento del Titanic. Miradas perdidas igual a brisas en días de otoño.

Tú me hacías más soportable a los demás.
Contigo intentaba un día tras otro ser mejor persona, superarme a mi misma.
Gracias a ti mi vida se veía diferente.

Vuelve... joder, vuelve. Te necesito.

Me estoy hundiendo, un día tras otro, y tú lo estas observando impasiblemente, sin inmutarte, ¡sin hacer nada para evitarlo!

Te quiero y te odio. Y por encima de todo te necesito.

Hoy he vuelto a casa, y me faltabas tú. Al igual que un loco necesita su medicación, o un drogata su droga. O un alcohólico su alcohol. O un recién nacido su sustento. O una niña pequeña su ilusión. O un persona, al amor de su vida.

Y no sabes cuánto te estoy odiando por lo que estás haciendo. Te podría decir que te arrepentirás. Podría haber intentado boicotearte o hacer que sufras más. Podría haber hecho tantas cosas aunque no te lo creas...

¿Y que por qué no he hecho nada?
Porque sé que lo haces por motivos completamente egoístas, ya que si fuera por tu excusa de que es por mí, ya te habría desmantelado todos tus propósitos.
¿Y por qué digo que son por fines egoístas?
Porque aunque ahora sufras tú, y yo más de lo que crees. Antes también sufrías, mientras que yo era completamente feliz.
Ahora estás en la búsqueda de tú felicidad, sin importarte a quien dejes por el camino. Y por eso mismo, te doy vía libre.

Adiós hasta que quieras que nuestros caminos vuelvan a juntarse. Te quiero.

Y ya no se ni lo que escribo, simplemente me vuelco encima de las teclas...

sábado, 19 de noviembre de 2011

QUIÉREME SI TE ATREVES





Ver cómo siendo pequeños no se enteran de lo que sucede a su alrededor, cual es su perspectiva de las cosas, y el cómo las afrontan, es algo que me gustó bastante, puesto que opino que se ajusta bastante a la realidad.
Y sus trastadas, travesuras y disparates, alocadas pero sin rallar en lo extraño.

Luego cuando alcanzan algo más de madurez, y sus juegos siguen, pero esta vez con un claro matiz sexual, y se aprecia el tira y afloja continuo que tienen entre sus sentimientos, y los celos provocados al enterarse de las relaciones del otro.
Es dulce y algo muy común ver cómo se quieren pero ambos se lo callan, y continúan como si nada estuviese alterando sus vidas.
O cómo el juego es la excusa perfecta para no abandonar con lo que hacen, y seguir juntos, sin tener que dar explicaciones. Aunque ya que es una edad de picardías y maldades, algunas de las apuestas rallan en lo humillante o abusivo. Aquí tienen un pequeño bache, ,un ligero stop, tras el que vuelven cuando ya no son tan adolescentes, si no mas bien jóvenes universitarios.

Pero esa etapa dura bien poco,  ya que otra disputa hace que su próximo reencuentro sea cuatro años después, cuando todo rastro de niñez ha sido abandonado.
Aunque, en el fondo, ellos siguen siendo los mismo.. Ya que aún se aman con todo su corazón y con cada milímetro de su cuerpo, aunque no quieran admitirlo.
En esta ocasión, él le hace daño, mucho. ¿Cómo? Pues cumpliendo la última apuesta que ella le lanzó, y jugando con sus ilusiones y sentimientos.
Cuando ella está feliz, en la cúspide de sus mejores momentos, él con unas simples palabras consigue derribarlo todo y mandarla al destierro emocional.
Ésto fue un acto muy cruel por parte de él, al que su sentimiento de odio ganó al de amor. Puesto que como se puede apreciar, la relación de los dos es de amor-odio, condenada a la autodestrucción y al dolor, aunque también a la dicha absoluta y al afán de luchar por el verdadero amor.

Al alcanzar la edad adulta se ve como no solo sus sentimientos prevalecen, si no que han aumentado de intensidad. Ante lo cual acaba en  un final, que dependiendo de por donde lo miramos, puede ser trágico o no.
Trágico porque acaba en muerte, en final fatal. Pero un final “feliz” porque acaban el propósito que han tenido desde el siempre, el de quererse. Y su mejor forma de demostrárselo es muriendo juntos, para así pasar toda la eternidad uno junto al otro.

Opino que ellos sienten amor verdadero, pero les ocurre como pasa muchas veces: que no todos los amores verdaderos logran estar juntos en la vida. Que se quieren, se odian, se aman, se dañan y se destruyen mutuamente.
Porque eso es el amor, quererse y odiarse a partes iguales. Se puede llegar a decir “basta”y no volverse a ver. Pero aún así, uno no podrá dejar de estar en la mente del otro y viceversa, puesto que el amor es a veces así de complicado, aunque otras veces pueda ser más dulce y simple. Como en muchas, depende del caso. Pero en esta película es un caso verdaderamente complicado, lleno de debates internos sobre el qué hacer, y acerca de un montón de oportunidades perdidas por el orgullo, el temor o la firme idea de que te vas a olvidar de esa persona.
Aunque luego compruebes que tu propósito estaba destinado al fracaso desde un principio.
L'amour, es l'amour, y no se puede luchar contra él por más que se intente.




Y ahora, te digo a ti, a quien esté leyendo esto:
Quiéreme. ¿Capaz o incapaz?

sábado, 12 de noviembre de 2011

THE LIFE SUCK.

Y que os follen a todos de una vez. Las personas solo han nacido para hacer daño.

Todos tras máscaras se esconden, hacen cosas "por tu bien" pero solo fingen
 cuando no hacen más que perjudicarte y machacarte.


Van con una sonrisa por delante, mientras solo quieren que caigas, hundirte y desde arriba pisotearte.


Gracias, gracias por nada, por destrozarme mientras tú vives en tu cuento de hadas.


Yo creía, creía en ti y en tus promesas, aquellas que soñaba y parecían eternas.


A veces, hay una única salida, o al menos solo una cosa ves como alternativa.


Porque a veces sientes como si estuvieras irremediablemente al borde del abismo. Sabes que de un momento a otro vas a caer. También sientes que a menos que caigas hasta el fondo, no vas a poder levantarte.
Y entonces quieres caer. Sí, quieres. Para dejar de sufrir.
Para poder estar en ese estado de semi-inconsciencia, en el que nada ni nadie te importa.
En el que la comida es solo para mirarla, y en el que las personas no son más que pesadas moscas revoloteando.
Quieres estar en ese mundo en el que no te importa quien te miente o quien te deja de mentir. No te importan los tíos, ni los sentimientos que sientas hacia algunos.
Y ni mucho menos te va a importar que un imbécil que te ha importado más que nadie, te deje de hablar por fines completamente egoístas, los cuales comprendes.
Cuando estar sola no es algo obligado lo cual quieres cambiar, ni algo que sientas a cada momento, sino algo que deseas.


Por eso mismo, estoy deseando caerme. Deseando salir de este vaivén. Quiero morirme. Al menos mentalmente. Quiero dejar de sentir, sentir tanto dolor. Quiero dejar de tener ganas de llorar.
De hacer daño a las personas que quiero. De perder lo único que me importa. Quiero dejar de estar tan sola y de que todo el mundo se aparte de mi.

Sé que ahora mismo no puedo ser feliz, así que prefiero convertirme en un ser inanimado, que ni siente ni padece. Mi corazón ahora mismo se está ahogando, agotando, y no va a aguantar mucho más.

Sólo los que me rodean pueden elegir si intentar impedir esto, o si conseguir que vaya a más, agravándolo
y matandome en el trayecto.



sábado, 5 de noviembre de 2011

La queja

Soy aquel besos que no se dio, aquellas miradas que no se cruzaron, aquel sentimiento que no fue expresado, aquel perdón que no fue dicho, aquel te quiero que en el aire no danzó, y aquel abrazo que un corazón no calentó de dicha.
Podría decirse, que soy una oportunidad perdida.

Y me quejo de no ser dicho, expresado, dado, lanzado, narrado o aprovechado. Me quejo de perderme en la nada, en el vació. De ser como si nunca hubiese existido. De que las personas no se suban a mi tren, lo cual no entiendo, pues aunque no se sabe el destino final,opino que es un tren comfortable y agradable, aunque tenga ciertos baches en el trayecto.

Opino que hay miles de momentos en los que se podría haber actuado diferente, que hay miles de situaciones que podrían haber cambiado ciertos hechos.
Que tantas y tantas increíbles cosas se han quedado sin existir.

Solicito que la timidez, la vergüenza y el orgullo se queden en un segundo plano, y que me den paso a mí, que soy muy importante y no deberían desperdiciarme.
Y que la vida sería más bonita sabiendo aprovechar las buenas oportunidades que se te presentan.

Por todas esas palabras, que nunca tuvimos el valor de pronunciar.

Porque solo depende de ti, hacer que tu vida cambie. Y de nadie más.