sábado, 19 de noviembre de 2011

QUIÉREME SI TE ATREVES





Ver cómo siendo pequeños no se enteran de lo que sucede a su alrededor, cual es su perspectiva de las cosas, y el cómo las afrontan, es algo que me gustó bastante, puesto que opino que se ajusta bastante a la realidad.
Y sus trastadas, travesuras y disparates, alocadas pero sin rallar en lo extraño.

Luego cuando alcanzan algo más de madurez, y sus juegos siguen, pero esta vez con un claro matiz sexual, y se aprecia el tira y afloja continuo que tienen entre sus sentimientos, y los celos provocados al enterarse de las relaciones del otro.
Es dulce y algo muy común ver cómo se quieren pero ambos se lo callan, y continúan como si nada estuviese alterando sus vidas.
O cómo el juego es la excusa perfecta para no abandonar con lo que hacen, y seguir juntos, sin tener que dar explicaciones. Aunque ya que es una edad de picardías y maldades, algunas de las apuestas rallan en lo humillante o abusivo. Aquí tienen un pequeño bache, ,un ligero stop, tras el que vuelven cuando ya no son tan adolescentes, si no mas bien jóvenes universitarios.

Pero esa etapa dura bien poco,  ya que otra disputa hace que su próximo reencuentro sea cuatro años después, cuando todo rastro de niñez ha sido abandonado.
Aunque, en el fondo, ellos siguen siendo los mismo.. Ya que aún se aman con todo su corazón y con cada milímetro de su cuerpo, aunque no quieran admitirlo.
En esta ocasión, él le hace daño, mucho. ¿Cómo? Pues cumpliendo la última apuesta que ella le lanzó, y jugando con sus ilusiones y sentimientos.
Cuando ella está feliz, en la cúspide de sus mejores momentos, él con unas simples palabras consigue derribarlo todo y mandarla al destierro emocional.
Ésto fue un acto muy cruel por parte de él, al que su sentimiento de odio ganó al de amor. Puesto que como se puede apreciar, la relación de los dos es de amor-odio, condenada a la autodestrucción y al dolor, aunque también a la dicha absoluta y al afán de luchar por el verdadero amor.

Al alcanzar la edad adulta se ve como no solo sus sentimientos prevalecen, si no que han aumentado de intensidad. Ante lo cual acaba en  un final, que dependiendo de por donde lo miramos, puede ser trágico o no.
Trágico porque acaba en muerte, en final fatal. Pero un final “feliz” porque acaban el propósito que han tenido desde el siempre, el de quererse. Y su mejor forma de demostrárselo es muriendo juntos, para así pasar toda la eternidad uno junto al otro.

Opino que ellos sienten amor verdadero, pero les ocurre como pasa muchas veces: que no todos los amores verdaderos logran estar juntos en la vida. Que se quieren, se odian, se aman, se dañan y se destruyen mutuamente.
Porque eso es el amor, quererse y odiarse a partes iguales. Se puede llegar a decir “basta”y no volverse a ver. Pero aún así, uno no podrá dejar de estar en la mente del otro y viceversa, puesto que el amor es a veces así de complicado, aunque otras veces pueda ser más dulce y simple. Como en muchas, depende del caso. Pero en esta película es un caso verdaderamente complicado, lleno de debates internos sobre el qué hacer, y acerca de un montón de oportunidades perdidas por el orgullo, el temor o la firme idea de que te vas a olvidar de esa persona.
Aunque luego compruebes que tu propósito estaba destinado al fracaso desde un principio.
L'amour, es l'amour, y no se puede luchar contra él por más que se intente.




Y ahora, te digo a ti, a quien esté leyendo esto:
Quiéreme. ¿Capaz o incapaz?

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