viernes, 23 de diciembre de 2011

1. Mejor habértelo pensado

Y llego a casa... y apenas hay alguien. Que frío está todo, que distante, parece como si mi propia casa quisiera alejarse de mi. De cena: un sandwich y cocacola.
Hoy apenas dormiré. ¿Para qué? Tengo mil cosas que puedo hacer...
Podría limpia algo, sería un gran alivio para ella. También podría hacer galletas.. seguro que les gusta encontrárselas cuando vuelvan. Algunas de ellas podrían ser sin azúcar, por si él se anima a tomar una, que no tenga ese miedo de que le sienta mal.
Podría hacer tarea... así adelanto.
¿Leer? No, es demasiado pronto... necesito tiempo.
Llego, y necesito distraerme. ¿Música?, ¿clásica? No, me empeora. ¿Cualquiera? No me sirve. Abro mi carpeta, rap. Siempre me levanta cuando voy a caerme.
Quiero... quiero llorar. Pero no debo. Tengo que seguir fuerte, por mi, por él, por todos. En los momentos difíciles solo queda sacar fuerzas de flaqueza. Y, ya que estamos, hacer de tripas corazón. ¿Qué sino?
Y me da miedo... miedo lo que pueda ocurrir, el cómo será esta Navidad... ¿serán tan horribles como hace tres años? ¿Seré yo tan horrible, y actuaré tan impasiva como entonces?
Me gusta la opción que tengo, la que me deja sin sentimientos, sin emociones, durante un par de días. Pero no debo... es difícil de ocultar.
Y ni siquiera se qué hacer.
Por ahora quedarme despierta, aunque la mejor opción sea dormir, puesto que así se me pasaría todo. Pero no, tengo mucho que hacer, debo hacerlo.
¿Mañana? Sí, me despertaré temprano. No, no me dormiré en la cena de Nochebuena, aunque tampoco es que vaya a estar muy animada... este año no.

Y mientras la princesa siguió esperando a su príncipe azul. A lomos de un caballo. ¿Blanco? No, negro. Negro brillante, negro refulgente, negro color negro, mortal.



2. Cierra los ojos, deja flotar tu imaginación: imagina.


Y debo salir, a "cubrir" a una amiga. Salgo fuera, a la niebla, el frío me cala, se me mete por los huesos. Tiemblo. Mis dientes rechinan.
Y pienso que en cuanto ella se vaya, saldré a darme una vuelta. Total, solo son las doce.
Dicho y hecho, pero antes de salir veo la bici... Mmmm.. la cojo. Salgo, nadie se da cuenta. La bici tiene las ruedas desinfladas: me da igual. Hace un ruido estridente, yo solo me río. Es de noche, con la niebla comiéndose la calle.
Doy una vuelta, subo una cuesta, ya me arden las rodillas. ¿Tanto esfuerzo dan unas ruedas no muy hinchadas? Bajo la avenida, veo un coche, freno: Sonido infernal elevándose en el ambiente, por encima que cualquier otro ruido del vecindario, me encanta. Llamo la atención.
Uy, guardias nocturnos. Voy a pie y paso por otra calle.
Ya no siento el frío, sino que siento un calor interior.
Ya no me pasa nada, todo está bien. No hay ningún problema. Todo se ha evaporado. Mi alma es más ligera, más jovial... qué bien sienta. Siento el frío, un ligero ardor en la garganta: me voy a poner mala.
Entro a casa, dejo la bici y vuelvo a salir. Camino, sin rumbo, por la avenida, viendo como la niebla se lo traga todo. Como las calles parecen no tener fin, ni principio. Estoy en un cruce, solo veo calles interminables. Me gusta.
Sigo subiendo, ya estoy en la carretera, pienso en que al final he debido volverme loca, y en que los coches aparecen repentinamente, primero sus faros, luego ellos, y al final solo queda la sensación de ellos pasando por al lado.
Sus faros, como almas impertérritas, agonizantes, que nunca mueren, ni se desvanecen.
La niebla es la unión de la vida y la muerte. Donde todo se pasa y nada se siente.
Me meto por otra calle, hundiéndome en la niebla, fundiéndome con ella, como si de una simbiosis se tratara.
Me gusta pensar en los peligros que podrían rodearme, o en la paz que puede envolverme. Como si estuviera perdida, errando por las calles sin rumbo, sabiendo a cada momento lo que hago. Le estoy cogiendo el gusto a esto de ir por las calles. Es todo tan mágico.
Vuelvo a casa: calor. Nadie ha notado mi ausencia.
Me siento, y si, me duele la garganta. Pero sigo, sin aún cambiarme de ropa. Y creo que voy a volver a salir, total, solo es la una, y a hacerle la cena a mi hermano, de paso. ¿Qué le hago? A él le da igual, dice que le gusta todo lo que le hago, así que...

3. Soy como aquella canción


Comprobado: los días de niebla no son muy buenos para sacar fotos:

"Calles desapareciendo como aquellos días en mis recuerdos."

"Estar en mitad de la carretera, en medio de nada pero junto a todo."

"Te engañas a ti mismo al creer que no hay nada más allá de lo que ves".

Esos de seguridad rodando no me gustan... ¿que tiene de raro una chica rondando a altas horas por mitad de la carretera? Nunca comprenderé a estas personas...
Y pasamos a la cena, menú decidido: Revuelto. A falta de ganas de pelar patatas y de patatas fritas de bolsa, me apaño con lo que tengo. ¿Ingredientes finales? Huevos (empezamos por tres, pero surgió, se complicaron las cosas, faltaba cuerpo y... llegó a seis), bacon, queso en lonchas, jamón cocido, mantequilla... y queso blanco para untar. ¿Raro? ¡Qué va! Condimentos: Sal, pimienta, orégano, azúcar avainillado, nuez moscada y... jarabe de arce. Ingrediente extra: Lechuga muy cortada. (¡Algo sano! ).
Veredicto fraternal: 8
Veredicto propio: Me gusta, aunque ciertamente ligeramente mejorable.

¿Y ahora? A recoger la cocina y a hacer masa de galletas. Total, solo son las dos y cinco. Y sigo con lentillas, sin desmaquillarme... Me gusta.

4. Un cuento de hadas que se pierde en la nada. Sigue adelante intenta sonreír cueste lo que cueste.


Una vez hecha la masa de galletas, recogido la cocina again, dado el pésame al peso y a medio mobiliario por morir bajo una avalancha de harina, sin lentillas ni maquillaje, excepto en los ojos (a la espera de levantarme con el maquillaje corrido), tras haber sufrido un ataque casi mortal en la escalera a manos de una infernal y diabólica minina calicó, la cual ahora está con sus traumas, me dispongo a ver una peli. Total, solo son las tres y veintiuno.


Y ¿porqué cuento todo esto? Suprise.

5.Las dos caras de una moneda. (y me tocó canto)

Y a las cuatro y cincuenta y uno, con cuarenta y seis segundos (?),  finalizo esta entrada, y con ello mi día. ¿La película? Preciosa.

"Una vida sin amor, no es una vida"

"Y te grito un "te odio" con los labios, mientras te susurro un "te quiero" con los ojos."

"Todo sería más fácil, si dejase de soñar contigo, ¿no crees?" -dijo ella a él, mientras él temblaba al escuchar sus palabras.
(Condensación)

1 comentario:

  1. Hola, WOW, eso es lo que tengo que decir sobre tu blog;) Mee encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!<3
    Te sigo sin duda va?:) Bueno queria decirte que si puedes pasate por mi blog vale? Un beso!

    http://crazysthings.blogspot.com/

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